Educar hacia la conciencia, la autonomía y la responsabilidad.
Antes de ser madre, la cuestión de la educación de mis hipotéticos/as hijos/as era un tema que no me preocupaba. Estaba segura de cómo quería educar a mis hijo/as, basado en mi experiencia como hija. Tuve una infancia feliz, aunque parte de mi educación se basaba en la obediencia, como todo/as los niño/as de nuestra generación.
Me parecía que un niño o niña bien educado/a, era un niño/a que escuchaba a sus padres, que respondía positivamente a sus peticiones siempre, que les seguía sin cuestionarles mucho, y que se sabía mantener calmado y tranquilo en sociedad.
No creo equivocarme si digo que esta es la imagen que todos y todas tenemos de lo que sería tener niños y niñas “buenos y buenas”, como un ideal que alcanzar, señal de la buena educación recibida por los padres.
Cuando mi hija tenía 18 meses, empezó con las rabietas y me sentí totalmente perdida a la hora de acompañarla. Sentía la fuerza de sus emociones, de su voluntad, de su ser, y me di cuenta que no sabía hacer frente a ella y a lo que le pasaba sin pasar por la obediencia, que además no daba resultados positivos. Tenía la necesidad de aprender a relacionarme con ella desde la conexión que ella necesitaba para aprender a convivir con lo que le pasaba.
Entonces descubrí el modelo educativo EDUCAR y CUIDAR, y encontré lo que necesitaba para educar a mi hija según mis valores, y hacia el tipo de persona que deseo que sea cuando sea mayor: una persona creativa, flexible, autónoma, responsable, con inteligencia emocional, y, en fin, libre.
El modelo educativo EDUCAR y CUIDAR proporciona un marco dentro del cual ejercer una crianza respetuosa, que despierte la conciencia, la autonomía y la responsabilidad de nuestros hijos e hijas, siendo el padre y la madre una guía en este proceso.
EDUCAR se compone de seis acciones que son: guiar, enseñar, motivar, experimentar, comprender, decidir; y CUIDAR de tres acciones que son afirmar, limitar, y proteger.
Mientras EDUCAR permite un acompañamiento que toma en cuenta la negociación con nuestro/a hijo/a, es decir que es flexible y da pie al intercambio de ideas, CUIDAR hace referencia a la sobrevivencia de nuestro/a hijo/a y no es negociable.
Esta distinción es clave para que, como madre o padre, podamos ser flexibles dentro de lo que consideramos aceptable, permitiéndonos educar de manera personalizada según el niño o la niña que tenemos delante, dado que cada uno es único y tiene necesidades distintas.
El modelo educativo EDUCAR y CUIDAR me asegura que voy a tener en cuenta cada uno de los pilares esenciales para que mi hijo o mi hija evolucione con las herramientas necesarias para que el día de mañana:
- Sepa quién es
- Sepa tomar decisiones
- Sepa gestionar el miedo para sentirse seguro/a
- Esté empoderado/a para crear la vida que quiere
- Crezca con confianza y sea feliz
Ser madre/padre, es el trabajo más difícil del mundo, y por esta razón misma, formarse es una necesidad básica para que el mundo de mañana se parezca cada vez más al que nos gustaría. ¿A qué tipo de mundo aspiras?