El trabajo como extensión de mí misma
Mi evolución sobre el concepto de trabajo
Mi idea del trabajo ha cambiado con el tiempo. Cuando estudiaba, veía el trabajo como una actividad que me proporcionaría una remuneración para cubrir mis necesidades básicas: un lugar donde vivir, alimentación, transporte, y actividades recreativas. Sin embargo, con el tiempo y la experiencia, surgió otra necesidad vital: realizar una actividad remunerada que refleje quién soy y me procure placer.
La crisis existencial y el descubrimiento personal
Antes de cumplir 30 años, atravesé una crisis existencial. Sentí la urgente necesidad de descubrir quién soy, qué me gusta y en qué profesión me podría desarrollar. Durante cuatro años, leí libros, vi videos en YouTube y contacté con empresas. Estaba obsesionada con encontrar mi camino antes de formar una familia. No soportaba la idea de ser madre sin haber encontrado mi pasión y sin haberme descubierto a mí misma. Sentía que no podría acompañar a mis hijos en su camino si yo misma no había encontrado el mío.
El impacto del coaching
Entonces llegó el coaching a mi vida. A diferencia de mis experiencias anteriores, el coaching se enfocaba en mí. Necesitaba esta atención personal para conocerme y tomar decisiones. El coaching me permitió descubrir lo que hay en mi interior y llevarlo a la acción. No me transfirió información ni consejos, sino que me ayudó a llegar a mis propias respuestas. Nadie más que yo, sabe lo que es bueno para mí.
El trabajo como una extensión de uno mismo
Trabajar debería ser una extensión de uno mismo. Creo que primero debemos saber quiénes somos para luego encontrar un trabajo coherente con nuestra identidad. Seríamos más felices si nos descubriéramos a nosotros mismos antes de buscar un trabajo.
En definitiva, trabajar es realizar una actividad remunerada que requiere energía, tiempo, atención, dedicación y que sirve a un propósito o a los demás. Mi actividad laboral ideal es aquella que se realiza desde la vocación o el placer de servir, permitiéndome expresarme, crecer, evolucionar y ser reconocida.
Lo que aprendí de esta experiencia
Trabajar en acuerdo conmigo misma me brindará la libertad de ser quien soy y la independencia financiera que necesito. Seré el ejemplo que quiero ser para mis hijos, para que ellos sepan quiénes son desde temprana edad y puedan desarrollar una actividad remunerada que responda integralmente a la pregunta «¿quién soy yo?».