¿Cómo educar en perseverancia?

La perseverancia como terreno fértil de la educación consciente.

¿Qué es la perseverancia?

La perseverancia es la firmeza y constancia en una acción. Es sinónimo de constancia, persistencia y dedicación. Se aplica tanto a ideas, actitudes, la realización de algo o la ejecución de propósitos. Para ser perseverante, se debe tener un objetivo claro o una meta que justifique el esfuerzo durante un período de tiempo generalmente extenso.

La importancia de la perseverancia en la educación

Educar es una carrera de fondo e implica tener perseverancia. Para tener perseverancia, se necesita motivación: un motivo que justifique las acciones a largo plazo. La perseverancia requiere de tres aspectos esenciales:

  1. Objetivo claro en la educación de tus hijos

El objetivo debe estar alineado con tu legado. Lo que transmites a tus hijos permanecerá después de ti, es tu huella en el mundo. Reflexiona sobre el tipo de persona que quieres que sea tu hijo/a, qué cualidades deseas que desarrolle, qué valores quieres transmitir y cómo enfrentarán la frustración. Estas preguntas definirán al adulto del mañana.

  1. Elegir el tipo de educación

Para ser perseverante, el objetivo a largo plazo debe prevalecer sobre las decisiones diarias. Si eliges una educación consciente, aseguras el desarrollo de la autonomía y la responsabilidad. Esto incluye saber decir «no» cuando sea necesario, enseñar a generar compromisos y buscar siempre la comprensión.

  1. Cultivar la paciencia y otros valores

Como padre o madre, necesitas cultivar paciencia, determinación, compasión, amor y saber pedir ayuda. Todo lo que desees ver reflejado en tus hijos, debes cultivarlo en ti. Pregúntate: ¿Cuánta paciencia me doy cuando quiero aprender algo nuevo? ¿Cuánta determinación tengo para cumplir mis objetivos? ¿Cuánta compasión me doy cuando cometo errores? ¿Cuánto amor me doy cuando no me siento bien? ¿Cuánta ayuda pido cuando siento que ya no tengo recursos?

La responsabilidad en la educación

Para tener perseverancia en la educación, es crucial saber adónde vas y cómo llegarás. Esto implica responsabilidad, compromiso y constancia. Los padres deben ser ejemplos de estos valores para sus hijos, creando así un entorno donde la perseverancia florezca y se convierta en una herramienta vital para su futuro.

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